Así como existen aparatos especialmente diseñados para absorber la humedad de un hogar, también hay otros cuya función es radicalmente contraria y se encargan aumentar la humedad de una determinado ambiente. Son conocidos como humidificadores domésticos. Por eso, sólo se deben utilizar en invierno con el objetivo de obtener una vida más confortable al mismo tiempo que contribuye al tratamiento sintomático del resfriado común y de la laringitis. Ideal si hay niños o personas de avanzada edad.
Un humidificador doméstico no es más que un aparato cuya utilidad es básica: aportar más humedad al ambiente ya que una atmósfera demasiado seca no es nada recomendable y suelen darse con mayor frecuencia en invierno al encender las calefacciones. Son muy sencillos y están compuestos de un recipiente de agua y un sistema especial para liberarla en forma de vapor, de tal manera, que el ambiente pasa de ser seco a húmedo. No obstante, existen diversos tipos de humidificadores domésticos lo que implica que la maquinaria, el funcionamiento y la calidad de la humedad varían. Ahora están muy de moda los ultrasónicos por motivos evidentes.