Aunque se dice con frecuencia que el ejercicio y la dieta ayuda a bajar de peso rápidamente, en realidad la alimentación es la clave para adelgazar. En lugar de tratar de hacer una dieta para bajar unos kilos de más, lo más recomendable es que cambies tus hábitos para estar más delgada y después poder lucir divina en un traje de baño.
Pero, ¿qué habitos son los que tendrías que cambiar? Veamos algunas recomendaciones que ofrecen algunos nutricionistas para adquirir unos hábitos alimenticios más saludables.
Cuida las combinaciones de alimentos
Esto parece ser banal, pero no lo es. Los investigadores han descubierto que los procesos para metabolizar los carbohidratos y azúcares inhiben la apropiada digestión de las grasas. ¿Qué significa esto? Que para poder absorber los carbohidratos tu cuerpo también absorberá las grasas. Cada vez que tu cuerpo consume carbohidratos y grasas al mismo tiempo, tendrá lugar este proceso.
Por esta razón es que las pizzas, tan deliciosas como son, pueden engordar mucho. Los carbohidratos que contiene la masa y las grasas que contiene el queso y otros acompañantes (tocino o salami) hacen que estas grasas aumenten los michelines.
Entonces, ¿qué hacer? No consumas carbohidratos y grasas en la misma comida. Si quieres comer arroz, pasta o pan, acompáñalos con una carne magra. Pero no con un alimento con mucha grasa.
Nada más con cuidar la combinación de tus alimentos, comenzarás a notar una diferencia en tu apariencia y tu peso.
Cuida la hora en que comes
El ritmo circadiano influye en las necesidades y uso de energía de tu organismo. Si desayunas fuerte, entonces la comida te dará energía durante todo el día. Pero si decides desayunar con algún dulce, durante el resto del día quemarás esas calorías, de manera que no se almacenarán en tu cuerpo y no engordarás.
¿Pero qué ocurre si decides cenar fuerte? Ocurrirá precisamente lo contrario que con tu desayuno. En la noche tu cuerpo se prepara para dormir; como no tendrás ningún gasto de energía importante, las calorías que consumas se almacenarán en tu cuerpo. Si tienes ganas de comerte una tarta antes de dormir, piénsalo 2 veces y mejor cómela en el desayuno. Así no te privas de un gusto y no subirás de peso.