El cigarrillo electrónico es el doble de eficaz que los productos convencionales de remplazo de la nicotina

Los cigarrillos electrónicos son una herramienta «muy prometedora» como ayuda para dejar de fumar, pues consiguen niveles de abstinencia de hasta seis meses, casi el doble de lo que logran los productos convencionales de reemplazo de nicotina, como los chicles o los parches.

Así se desprende de un estudio dirigido por un equipo de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston (BUSPH), que concluye que estos nuevos dispositivos, un instrumento a pilas que contiene una dosis menor de la nicotina del tabaco en una solución vaporizada, se convertirán en una ayuda «muy eficaz» para los fumadores que quieran dejar de serlo.

El trabajo, que publica el ‘American Journal of Preventive Medicine’, explica que el 31 por ciento de los encuestados, tras utilizar el cigarrillo electrónico, aseguraban haber dejado de fumar seis meses después de la primera compra del producto.

«Este estudio sugiere que los cigarrillos electrónicos están ayudando a miles de ex-fumadores a mantener el tabaco lejos de sus vidas», señala el autor del estudio, el profesor de Ciencias de la Salud de la BUSPH, Michael Siegel.

Concretamente, los investigadores realizaron una encuesta a 222 compradores que adquirían el cigarrillo electrónico por primera vez. De los que al cabo de seis meses no fumaban, el 67 por ciento afirmó haberlo conseguido gracias al uso de este producto, mientras que el 34,3 por ciento lo logró sin acudir a ningún sustitutivo de la nicotina.

Según señalan sus autores, la principal limitación del estudio es la baja tasa de respuesta, que fue en torno al 4,5 por ciento. En su opinión, puede ser que aquellos que respondieron a la encuesta eran más propensos a dejar de fumar que los que no respondieron.

No obstante, a pesar de esta limitación, los autores del estudio creen que esta es la mejor evidencia descubierta, hasta la fecha, que demuestra la eficacia de los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar.

Los cigarrillos electrónicos han suscitado una gran polémica desde que llegaron al mercado estadounidense hace más de tres años. Numerosos grupos antitabaco han argumentado que no deben ser vendidos, porque no han demostrado ser eficaces para dejar de fumar. De hecho, varios estados, como el de Nueva York, están considerando prohibir su venta.

Fuente: EUROPA PRESS

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